¿Qué ha pasado?

Tras meses de disturbios contra la reforma de las pensiones, Francia se ha visto arrastrada de nuevo por una ola de violentos disturbios que han provocado la prohibición de manifestaciones, advertencias de viaje por parte de varios países y un debate reavivado sobre la excesiva actuación policial en comunidades marginadas. 

El 27 de junio, un policía disparó a un joven de 17 años en el barrio parisino de Nanterre. Posteriormente, el muchacho sucumbió a sus heridas y murió. El disparo se debió a una supuesta negativa a cumplir órdenes. A raíz de este incidente mortal, se produjeron enfrentamientos esporádicos entre los vecinos y la policía, y la indignación por la muerte del adolescente creció en la comunidad. 

Más de 2.000 policías fueron desplegados en urbanizaciones de las afueras de París y otras grandes ciudades la noche del 27 de junio, después de que los disturbios se saldaran con 31 detenciones, 24 policías heridos leves y unos 40 coches incendiados en enfrentamientos en varios suburbios parisinos.

¿Y después?

Por segunda noche, los manifestantes dispararon fuegos artificiales contra la policía e incendiaron coches en Nanterre. También se registraron enfrentamientos en la ciudad de Lille, Toulouse, Amiens, Dijon, Essonne, Montreuil y otras muchas localidades de París. Se practicaron al menos 180 detenciones y se movilizaron unos 40.000 agentes, 5.000 de ellos sólo en París. 

El 29 de junio se celebró una marcha conmemorativa en Nanterre, durante la cual la policía antidisturbios francesa volvió a enfrentarse a los manifestantes. Por la noche, los disturbios se extendieron también a Marsella, Lyon, Estrasburgo y Pau. Se registraron enfrentamientos en puntos turísticos como Le Vieux Port. Se quemaron depósitos de transporte público y tranvías. Las tiendas de la calle comercial Rue de Rivoli sufrieron actos de vandalismo. 

¿Impacto en los turistas? 

El 30 de junio, el Ministro del Interior ordenó a las autoridades locales que interrumpieran los servicios de autobús y tranvía a partir de las 21.00 horas en toda Francia. Es probable que esta medida siga en vigor hasta nuevo aviso. 

En Clamart se impuso un toque de queda de 21.00 a 6.00 horas, que debía permanecer en vigor hasta el 3 de julio, y en Neuilly-sur-Marne se mantuvieron las restricciones de 21.00 a 6.00 horas.

Se desplegaron 45.000 agentes de las fuerzas policiales en todas las localidades de alto riesgo. Las autoridades también pidieron a los restaurantes que cerraran antes las zonas al aire libre. 

La policía dispersó a los manifestantes de la emblemática Place de la Concorde en medio de otra manifestación. 

Se cancelaron dos conciertos en el Stade de France, a las afueras de la capital. 

La casa de moda francesa Celine también canceló su desfile en París. 

Los organizadores del acontecimiento deportivo más seguido del mundo, el Tour de Francia, también reforzaron la seguridad a lo largo del recorrido en previsión de que los manifestantes pudieran interrumpirlo. 

¿Se han relajado las tensiones? 

El funeral del adolescente se celebró el 1 de junio, tras lo cual se informó de una situación más tranquila. Sin embargo, la tensión siguió siendo alta en el centro de París y se produjeron enfrentamientos improvisados en las ciudades de Marsella, Niza y Estrasburgo. Se utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. En París, se reforzó la seguridad en la emblemática avenida de los Campos Elíseos tras la convocatoria de una protesta. Se llevaron a cabo controles sorpresa en la calle, habitualmente abarrotada de turistas. La zona fue evacuada tras el inicio de la manifestación. 

Durante el fin de semana, las protestas se extendieron también a las vecinas Suiza y Bélgica. Se registraron enfrentamientos en la ciudad suiza de Lausana y en Bruselas, la capital belga. 

Tras cinco noches consecutivas de disturbios, las autoridades informaron de que en la sexta noche las tensiones habían remitido ligeramente. Hubo más de 2.000 detenidos y más de 200 policías heridos. Al menos 2.000 vehículos habían sido incendiados desde el comienzo de los disturbios. Más de 700 tiendas, supermercados, restaurantes y bancos habían sido saqueados o incendiados. 

¿Puede seguir visitándonos?

El Reino Unido advirtió a sus ciudadanos que viajaban a Francia de posibles alteraciones en los desplazamientos por carretera y de la reducción de la oferta de transporte público. También emitió avisos de viaje en los que preveía la imposición de toques de queda en medio de los disturbios esporádicos. El 2 de julio, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán también emitió una advertencia de viaje para sus ciudadanos y desaconsejó los viajes no esenciales a Francia debido a los disturbios en curso. 

Aunque algunos países emitieron avisos de viaje y advirtieron a sus ciudadanos de las protestas, instándoles a seguir las noticias locales y a consultar a los operadores turísticos, ninguno ha desaconsejado por completo a sus ciudadanos viajar a Francia. Aunque por el momento no está claro cuánto durarán las protestas, la CNN informa de que la mayor parte del centro de París no se ha visto afectada. Del mismo modo, las zonas rurales y costeras que acogen a muchos turistas también siguen siendo seguras para viajar. 

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