Ecuador asiste desde finales de 2020 a un preocupante repunte de la violencia marcado por el aumento de las actividades relacionadas con el narcotráfico y los asesinatos violentos. Los ataques a candidatos y líderes políticos por parte de grupos delictivos van en aumento. Los políticos son cada vez más el blanco de ataques, en particular durante las elecciones, a medida que los grupos de delincuencia organizada penetran en las administraciones locales en un esfuerzo por asegurar condiciones ventajosas para sus operaciones. 

El 15 de mayo se produjo un atentado contra el alcalde Luis Chonillo cerca de la Plaza Shiva de Durán. Dos personas murieron en el tiroteo. En otro desafortunado incidente, el 23 de julio, el alcalde de Manta, Agustín Intriago, fue asesinado en un tiroteo por hombres no identificados. También murió una mujer y otras cuatro personas resultaron heridas. El 9 de agosto, un agresor no identificado disparó mortalmente contra el candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio durante un mitin político en Quito. Varias personas resultaron heridas. Un sospechoso del asesinato murió finalmente a consecuencia de las heridas causadas durante el tiroteo; otras seis personas fueron detenidas. El 10 de agosto, se declaró el Estado de Emergencia Nacional por un periodo de dos meses en respuesta al asesinato. Estas organizaciones criminales emplean tácticas coercitivas para garantizar la victoria de los candidatos que apoyan sus intereses.

La tasa de homicidios del país ha aumentado de forma alarmante hasta 26 por cada 100.000 habitantes en los últimos seis años. La situación estratégica de Ecuador entre Colombia y Perú -el mayor centro mundial del narcotráfico- contribuye de forma significativa a la escalada de asesinatos y tiroteos en todo el país. Las provincias más afectadas son Guayas, Esmeraldas y Manabí. El 3 de mayo, el Presidente Lasso ordenó operaciones militares en todo el país para combatir el aumento de la delincuencia, principalmente en Guayaquil. A pesar de las órdenes, ha sido una tarea titánica frenar la violencia en el país. En la noche del 18 de junio se registraron violentos enfrentamientos entre delincuentes y vecinos del Comité del Pueblo. Se registraron heridos y se quemaron casas. El 19 de junio, al menos seis personas murieron y otras seis resultaron heridas en un violento enfrentamiento entre presuntas bandas rivales en el sector del Guasmo. También se registraron enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes en las prisiones. Las autoridades han decretado con frecuencia toques de queda nocturnos y estados de excepción para controlar el aumento de la delincuencia violenta y los incidentes de violencia entre bandas. 

El país está sumido desde mayo en un estado de inestabilidad política, al iniciarse un juicio político contra el Presidente Guillermo Lasso, acusado de malversación de fondos. El 17 de mayo, Lasso invocó la muerte cruzada decreto y disolvió la Asamblea Nacional para evitar la destitución. Las elecciones presidenciales, previstas inicialmente para 2025, tendrán lugar el 20 de agosto de 2023. Es posible que se despliegue personal de seguridad adicional en todo el país. Es probable que se produzcan incidentes violentos debido al actual clima político y a la inseguridad.

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