En los últimos meses, Europa ha experimentado un aumento significativo de las protestas de los agricultores que han provocado importantes trastornos en los desplazamientos. Se han registrado protestas en Francia, Alemania, Grecia, Polonia, Irlanda, Suiza, Portugal y otros países del continente. Los motivos más comunes de las protestas son el aumento de los costes, las importaciones baratas de países extranjeros y la fuerte regulación. A estos motivos se suman también cuestiones locales específicas de cada país, como la obligación de reducir las emisiones de nitrógeno en los Países Bajos y los planes para gravar el gasóleo agrícola en Alemania.
Cumbre de la UE en Bruselas
El 1 de febrero se celebró en el barrio europeo de Bruselas una Cumbre Europea Extraordinaria para debatir la revisión intermedia del presupuesto de la UE para 2021-2027. El sector agrícola y los agricultores no eran un tema de conversación previsto en la cumbre. Sin embargo, la acción conjunta de protesta de agricultores de varios países obligó a poner el tema en primer plano. Agricultores de Francia, Bélgica, Italia, Grecia y Alemania marcharon con sus tractores hasta la sede de la cumbre. Lanzaron huevos contra el Parlamento Europeo, quemaron neumáticos y encendieron hogueras. Tras las reuniones con los dirigentes de la UE, los sindicatos agrarios franceses instaron a los manifestantes a volver a casa, pero advirtieron de nuevas consecuencias si no se cumplían las promesas.
Causas
Aunque el aumento del coste de la vida y de los gastos de los agricultores son las causas más evidentes del malestar y el descontento, las importaciones procedentes de Ucrania y los problemas climáticos son los más acuciantes.
La importación de productos agrícolas y otros materiales de países extranjeros se convirtió en un grave problema debido a la invasión de Ucrania por Rusia en febrero de 2022. Tras el estallido de la guerra, la Unión Europea renunció a varias cuotas y aranceles para permitir importaciones baratas de Ucrania. Los agricultores de Polonia y Rumanía organizaron bloqueos de meses de duración en sus fronteras con Ucrania. Los agricultores pedían que los productos ucranianos se exportaran a los mercados asiáticos o africanos, en lugar de a Europa. Los agricultores franceses también expresaron su descontento por las importaciones más baratas de países como Nueva Zelanda y Chile.
El cambio climático es un problema importante y una preocupación creciente tanto para los gobiernos como para los agricultores. El sector agrario constituye el 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. En un intento por conseguir que el bloque sea neutro desde el punto de vista climático en 2050, tiene previstas varias políticas. Entre ellas figura exigir a los agricultores que reduzcan el uso de fertilizantes, apliquen rotaciones de cultivos y dediquen parte de la tierra a usos no productivos, entre otros requisitos. Según los agricultores, estos requisitos pueden restarles competitividad frente a las importaciones de países extranjeros. La exigencia de una agricultura sostenible unida a la demanda de productos baratos es el quid del problema al que se enfrentan los agricultores y responsables europeos.
Medidas gubernamentales
Los agricultores han reclamado una mayor protección económica y una reducción de las restricciones reglamentarias. Los gobiernos europeos han respondido a estas demandas con diversas medidas. El Gobierno francés prometió una ayuda de 150 millones de euros a los agricultores, anuló una subida prevista del impuesto sobre el gasóleo y retrasó varias medidas previstas. El Gobierno alemán modificó sus planes de recortar las subvenciones al gasóleo. El Gobierno griego anunció la prórroga por un año más de la rebaja fiscal especial sobre el gasóleo agrícola. La Comisión Europea ha propuesto limitar las importaciones procedentes de Ucrania. También ha anunciado un aplazamiento de las normas que obligan a los agricultores a mantener el 4% de sus tierras libres de cultivos para fomentar la salud del suelo y la biodiversidad.
Por último, aunque los sindicatos agrarios franceses han desconvocado sus protestas, las acciones continúan en otros países europeos. A pesar de algunas concesiones de los gobiernos, los agricultores afirman que sus demandas no han sido atendidas. Siguen sin resolverse los problemas estructurales subyacentes de la agricultura europea, como la necesidad de prácticas agrícolas sostenibles y una competencia leal en los mercados mundiales. Una solución exigirá un equilibrio entre el fomento de la sostenibilidad medioambiental, la garantía de viabilidad económica para los agricultores y la salvaguarda de la seguridad alimentaria para los ciudadanos.
Para más información sobre la actualidad, suscríbase a nuestro blog. Para más información, síganos en Instagram, LinkedIn y X.