
Lejos de la tan cacareada guerra ruso-ucraniana, hay otra parte del mundo donde las cosas se están volviendo caóticas desde el punto de vista diplomático y las tensiones en la frontera se agudizan día tras día.
La República Democrática del Congo y Ruanda vuelven a enfrentarse tras casi 25 años de enfrentamientos.st Guerra del Congo. Las relaciones entre las dos naciones centroafricanas se han agriado en los últimos tiempos.
El conflicto entre las dos naciones se basa en acusaciones contrapuestas de cada país, según las cuales el otro apoya a un grupo rebelde violento dentro de su territorio nacional.
Acerca de estos Grupos:
El movimiento del 23 de marzoEl M23, autoproclamado Ejército Revolucionario Congoleño, es una milicia armada que se formó con una fuerza inicial de 300 soldados el 4 de abril de 2012. La mayoría de los soldados eran antiguos miembros del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) que formaron parte del motín contra el gobierno de la RDC. La mayoría de ellos pertenecen a un grupo étnico llamado tutsi. El grupo se formó con el único objetivo de luchar contra la milicia FLDR, formada por hutus, otro grupo étnico de la región. El FLDR tuvo que huir de Ruanda tras ser acusado de participar en atrocidades contra los derechos humanos de los tutsis.
El giro de los acontecimientos
El 13 de junio de 2022, los rebeldes del M23 tomaron la estratégica ciudad de Bunagana tras un violento ataque. Más tarde, en un comunicado, el ejército congoleño culpó a Ruanda de estar directamente implicada en el ataque.
La ciudad de Bunagana fue una fortaleza del M23 durante la rebelión de 2012 que invadió momentáneamente la ciudad de Goma antes de que las fuerzas congoleñas y de la ONU persiguieran al grupo hasta las vecinas Ruanda y Uganda un año después. El asedio de Bunagana puede describirse como un importante revés para las fuerzas de seguridad congoleñas.
Anteriormente, la tensión en la frontera entre la RDC y Ruanda se había recrudecido desde marzo de 2022. El fuego de artillería transfronterizo se ha convertido en la nueva normalidad, y Ruanda acusa a la RDC de ser la autora.
La caída de la ciudad de Bunagana a manos del M23 desató la ira entre los congoleños. En la RDC se produjeron violentos enfrentamientos y protestas.
El 15 de junio, cientos de congoleños se manifestaron contra las incursiones del grupo M23 en la ciudad de Goma. Los manifestantes exigían armas y municiones para luchar contra el ejército ruandés.
Dos días después, un soldado congoleño cruzó la frontera con el distrito ruandés de Rubavu y comenzó a disparar indiscriminadamente contra las fuerzas de seguridad y la población civil ruandesas. En represalia, el atacante fue abatido a tiros dentro del territorio ruandés.
La reacción de la opinión pública ha empujado aún más al gobierno de la RDC a adoptar una postura firme frente a Ruanda. Hace unas semanas se suspendieron los vuelos de RwandAir a la RDC. Además, en una reciente declaración, el ejército congoleño anunció su disposición para la guerra.
Las cosas se han recrudecido muy rápidamente y evitar la guerra o una guerra limitada parece ser extremadamente difícil cada día que pasa, a menos que haya una intervención oportuna de la comunidad internacional/regional. En medio de problemas como la pobreza, la sequía, el hambre, el cambio climático y muchos otros, un conflicto militar sería perjudicial para la población civil. Actualmente, parece que la paz tendrá un coste.
Muchos países han declarado la región zona prohibida. Se desaconseja a los viajeros viajar a la parte oriental de la RDC, fronteriza con Ruanda. Los esporádicos bombardeos de mortero transfronterizos y el modus operandi de los rebeldes del M23 en la región la convierten en una zona de alto riesgo. Los vuelos de RwandAir, la aerolínea de bandera de Ruanda, ya han sido suspendidos por el gobierno de la RDC.
Las empresas que necesiten un informe más detallado sobre la situación pueden consultar nuestro análisis exhaustivo por países, disponible en nuestra página web representantes de apoyo.