¿Qué es un golpe de Estado?
Un golpe de Estado es un derrocamiento repentino, ilegal y a menudo violento de un gobierno o autoridad gobernante por parte de un grupo de individuos, normalmente dentro del ejército, el gobierno u otras instituciones estatales del mismo país. El objetivo de un golpe de Estado es sustituir el gobierno existente por un nuevo liderazgo o hacerse con el control.
Los intentos de golpe de Estado pueden adoptar diversas formas, como un golpe militar, en el que las fuerzas armadas o una facción dentro del ejército intentan hacerse con el poder, o un golpe civil, en el que grupos no militares, políticos o funcionarios intentan derrocar al gobierno. Los golpes pueden estar motivados por diversas razones, como intereses políticos, ideológicos, económicos o personales.
Un golpe de Estado exitoso puede provocar una importante agitación política y social que afecte a la estabilidad y la gobernabilidad del país afectado. Las organizaciones internacionales y la comunidad mundial suelen considerar los golpes de Estado como violaciones de los principios democráticos y pueden imponer sanciones o expresar su desaprobación en respuesta a tales acciones.
¿Qué ocurrió en Níger?
El 26 de julio de 2023 se produjo un golpe de Estado en Níger y el presidente del país fue detenido por una facción de la guardia presidencial. El general Abdourahamane Tchiani, comandante de la guardia presidencial desde 2011, se declaró jefe del gobierno de transición y anunció la formación de una junta militar: el Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria.
Se trata del quinto golpe militar desde que el país se independizó de Francia en 1960, y el séptimo en África Occidental y Central desde 2020, siendo los más recientes los de los vecinos Burkina Faso, Malí y Guinea.
Aunque el presidente, Mohamed Bazoum, se negó a dimitir mientras estaba detenido en el Palacio Presidencial de Niamey (capital de Níger), la junta militar suspendió la Constitución y depuso al régimen gubernamental existente.
En un discurso de toma de poder pronunciado por el coronel-mayor Amadou Abdramane, éste mencionó que "el continuo deterioro de la situación de seguridad y la mala gestión social y económica" del gobierno condujeron al golpe. Los analistas también suponen que el aumento del coste de la vida y la percepción de incompetencia y corrupción del gobierno pueden haber impulsado la revuelta.
El coronel-mayor Abdramane también anunció el cierre de las fronteras terrestres y aéreas del país. Se impuso un toque de queda en todo el país desde las 22:00 hasta las 05:00 hora local.
¿Cuál fue el impacto?
La embajada de EE.UU. en Niamey aconsejó a sus ciudadanos que evitaran los viajes no esenciales y evitaran viajar por el Boulevard de la Republique en Niamey, hasta nuevo aviso. También anunció la suspensión de todos los vuelos comerciales hacia y desde Niamey hasta al menos el 5 de agosto de 2023. Otras misiones diplomáticas extranjeras en Níger, como las del Reino Unido, Francia y los Países Bajos, por citar algunas, también emitieron avisos similares a sus ciudadanos.
A pesar de la prohibición de toda actividad política, se registraron concentraciones progubernamentales y golpistas en Niamey, cerca del Palacio Presidencial, la Asamblea Nacional y otras ciudades como Dosso.
El 30 de julio, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) impuso restricciones adicionales y sanciones estrictas, entre ellas una zona de exclusión aérea, el cierre de las fronteras con Níger, la suspensión de todas las transacciones comerciales y financieras entre los Estados miembros de la CEDEAO (Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Liberia, Malí, Nigeria, Senegal, Sierra Leona y Togo) y Níger, y la congelación de activos en los bancos centrales regionales. La CEDEAO también había dado un ultimátum para liberar y restituir al presidente Bazoum en el plazo de una semana.
A continuación, miles de nigerianos partidarios del golpe se concentraron ante la embajada de Francia en Niamey y destrozaron sus locales. Los agentes de seguridad dispararon gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
También se informó de que el coronel mayor Abdramane prohibió el uso de las redes sociales y posiblemente de otros servicios de telecomunicaciones.
El 1 de agosto, los golpistas anunciaron la reapertura de las fronteras terrestres y aéreas con Argelia, Burkina Faso, Malí, Libia y Chad. Las fronteras con Benín y Nigeria permanecen cerradas. También se redujo el horario del toque de queda a las 0001-0500 horas locales. Los ministerios de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, Francia, Italia, España y otros países europeos empezaron a evacuar del país a sus ciudadanos y al personal de sus embajadas, lo que afectó a los servicios consulares.
¿Cómo se presenta el futuro?
Al expirar el plazo fijado por la CEDEAO para restituir al presidente, los golpistas anunciaron el 6 de agosto el cierre indefinido del espacio aéreo nigerino, en previsión de una intervención militar internacional.
Debido al cierre del espacio aéreo, varias aerolíneas europeas están sufriendo interrupciones como consecuencia de los cambios de ruta y el aumento de los tiempos de vuelo. Según FlightRadar24, los vuelos hacia y desde el continente africano están siendo cancelados o desviados a otros países para evitar el espacio aéreo de Níger. Air France suspendió hasta el 11 de agosto todos los vuelos con origen y destino en Uagadugú (Burkina Faso) y Bamako (Malí). Es probable que se prolonguen los tiempos de vuelo desde los aeropuertos centrales subsaharianos. Los vuelos entre Sudáfrica y Londres también se verán afectados.
Países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Países Bajos, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y varios otros han actualizado sus advertencias de viaje a Níger a "No viajar" debido a la inestabilidad política actual y al aumento de las tensiones diplomáticas.
A 8 de agosto, los diplomáticos seguían negociando con los golpistas, pero el resultado y los próximos pasos previstos siguen sin estar claros ni verificados. Los analistas predicen unas relaciones diplomáticas tensas con Occidente y también un posible aumento de la violencia y la insurgencia, similar al de Burkina Faso y Mali. El cierre indefinido de la frontera también puede provocar una escasez de recursos esenciales en Níger.