Las inundaciones no dieron tregua a Nueva Zelanda. El ciclón GABRIELLE azotó el país justo después de semanas de lluvias incesantes. El 27 de enero, fuertes lluvias e inundaciones azotaron muchas partes de la Isla Norte, afectando gravemente a Auckland. El 29 de enero se suspendieron las operaciones de vuelos nacionales e internacionales en el aeropuerto de Auckland debido a la inundación del edificio.

El tiempo inestable continuó hasta principios de febrero. Los habitantes de las zonas inundables se vieron obligados a evacuar sus hogares. Los corrimientos de tierra y las inundaciones se cobraron la vida de cuatro personas. Se declaró el estado de emergencia local en Auckland, el distrito de Waitomo, Northland y el distrito de Thames-Coromandel. Sin embargo, las órdenes se levantaron posteriormente en Waitomo y Northland. La emergencia se declaró para gestionar riesgos como desprendimientos de tierra e inundaciones causados por las intensas lluvias.

Múltiples carreteras y autopistas, incluida la SH25A en Támesis-Coromandel, fueron cerradas debido a las inundaciones y a la congestión del tráfico. Días después de que estas inundaciones sin precedentes asolaran el país, el ciclón GABRIELLE causó más estragos, dificultando los esfuerzos de recuperación.  

GABRIELLE se considera la peor catástrofe que ha afectado a Nueva Zelanda este siglo, causando graves daños en todo el país. El 12 de febrero, el ciclón azotó la parte alta de la Isla Norte, provocando fuertes lluvias y vientos dañinos hasta el 14 de febrero en Northland, Auckland, la península de Coromandel, Bay of Plenty, Gisborne, Hawke's Bay, Wairarapa, Taranaki, Whanganui, Wellington y Marlborough. Ráfagas de viento de al menos 130 a 140 kilómetros por hora y precipitaciones de 300 a 400 milímetros o más azotaron la región. Se evacuó a los residentes de las zonas bajas de las regiones costeras. 

En muchas zonas se declaró el estado de emergencia. El 9 de febrero, Auckland y Coromandel prorrogaron su declaración de estado de emergencia, mientras que el 12 de febrero se declaró un estado de emergencia preventivo en Northland. El 13 de febrero, la orden se emitió también en los distritos de Gisborne, Bay of Plenty, Waikato, Ōpōtiki, Whakatāne y Hauraki. El 14 de febrero, Hawke's Bay declaró el estado de emergencia regional, y los distritos de Napier, Hastings y Tararua anunciaron estados de emergencia locales. Ese mismo día, por tercera vez en su historia, se declaró el estado de emergencia nacional en Nueva Zelanda. 

Se suspendieron las operaciones de vuelos nacionales e internacionales en el aeropuerto de Auckland y Air New Zealand canceló más de 821 vuelos debido a los fuertes vientos. Las operaciones de vuelo se reanudaron gradualmente en el país el 15 de febrero. 

El ciclón GABRIELLE ha causado graves daños en la Isla Norte y se están llevando a cabo tareas de rescate. El ejército y los servicios de emergencia han estado utilizando helicópteros para lanzar suministros vitales en las zonas que han quedado aisladas. Hay cortes de electricidad y daños en las carreteras y los sistemas de comunicación. El 18 de febrero, unos 62.000 hogares de todo el país estaban sin electricidad. Se informa de que puede llevar varias semanas restablecer la electricidad en estas zonas. El 19 de febrero ya había 11 víctimas mortales y miles de personas seguían desaparecidas.

Se teme que pueda haber más muertes. También se prevé escasez de alimentos y agua debido al ciclón. El Primer Ministro Hipkins declaró que Nueva Zelanda está estudiando las ofertas de ayuda de Estados Unidos y otros países, después de haberlas rechazado en un principio.