
Las tensiones bilaterales entre Serbia y Kosovo se amplificaron como consecuencia de una serie de protestas de los habitantes de etnia serbia del norte de Kosovo. Las tensiones podrían haber abierto un nuevo frente y reavivado el conflicto en los Balcanes. La etnia serbia bloqueó las carreteras con vehículos pesados y camiones durante días. Hubo varios informes de bandas armadas que dispararon contra la policía y utilizaron granadas contra las tropas en varios lugares. A pesar de los esfuerzos de desescalada sobre el terreno y la retirada de los bloqueos, el panorama general de las relaciones entre Kosovo y Serbia sugiere que la región es geopolíticamente frágil.
Olas de protesta:
El 22 de diciembre, cientos de serbios encabezados por el partido Lista Serbia se manifestaron en Rudare y plantearon tres exigencias para poner fin al bloqueo:
- liberación de compañeros serbios detenidos,
- retirada de las unidades especiales de la policía de Kosovo
- retirada de las listas secretas para la detención y asesinato de serbios.
Posteriormente, el 25 de diciembre, un tribunal ordenó su arresto domiciliario hasta el 9 de enero en lugar de su detención. El 29 de diciembre, el presidente serbio prometió que se eliminarían todas las barreras y bloqueos. Con la intervención del Kosovo (KFOR), que es una fuerza internacional de mantenimiento de la paz dirigida por la OTAN, la última barricada se desmanteló el 5 de enero de 2023.
En noviembre de 2022, los serbios practicaron la desobediencia civil como protesta contra la política de matrículas del gobierno. Las autoridades kosovares querían que la minoría étnica serbia entregara las matrículas de sus coches emitidas por Serbia. Para protestar, cientos de serbios que trabajaban en distintos departamentos gubernamentales, tribunales, el poder legislativo y la policía dimitieron. en masa. El 5 de noviembre, el Ministro de Comunidades y Retornos, Goran Rakic, también anunció su dimisión. Pristina alegó que las matrículas anteriores a la independencia emitidas por Serbia ya no serían válidas.
A finales de mes, las tensiones disminuyeron gracias a la mediación de la comunidad internacional.. Esto fue visto como una victoria por los serbios étnicos, que también aspiran a una mayor autonomía.
Las tensas relaciones
Han existido tensiones entre Belgrado y Pristina desde que Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008. Kosovo es una nación sin salida al mar poblada por 1,8 millones de personas, de las cuales 92% son de etnia albanesa y el resto 8% son serbios.
Kosovo ha sido reconocido como Estado soberano independiente y se le ha concedido el ingreso en numerosos organismos internacionales. Por el contrario, Serbia identifica Kosovo como parte de su territorio nacional, y los serbios que habitan el norte siguen fieles a Belgrado, rechazando la autoridad de Pristina.
Aliados de Serbia como Rusia y China no reconocen a Kosovo como entidad independiente, y se ha bloqueado su ingreso en Naciones Unidas.
El actual cambio en el panorama de la seguridad europea pone la cuestión en primer plano. Algunos analistas del círculo estratégico creen que el conflicto bilateral puede ser un potencial frente anti-OTAN para Rusia. Desde 1999, cuando la OTAN intervino para poner fin a la guerra que mató a más de 13.000 personas, aproximadamente 4.000 tropas de mantenimiento de la paz de la OTAN han permanecido estacionadas en Kosovo.
La normalización completa de las relaciones entre ambos Estados es un requisito obligatorio para convertirse en miembro del bloque de la UE. Esta constatación puede empujar a Belgrado y Pristina a firmar otro acuerdo en los próximos días, pero el reconocimiento del Estado sigue siendo la manzana de la discordia.
En la actualidad, muchos países desaconsejan todo viaje a los municipios de Zvecan, Zubin Potok, Leposavic y la parte norte de la ciudad de Mitrovica debido a las recientes protestas.
Considere la posibilidad de Afiliación a Sitata para mantenerse al corriente de la situación.
Referencias: