
Investigadores del Departamento de Salud de Minnesota acaban de publicó un estudio en el Revista de Enfermedades Infecciosas Emergentes que descubrió que el consumo de leche cruda (no pasteurizada) provoca infecciones bacterianas o parasitarias en 1 de cada 6 personas. Estas infecciones incluían las bacterias Salmonella, E. coli y Campylobacter, junto con una infección parasitaria llamada criptosporidiosis. La pasteurización es un proceso que consiste en calentar la leche a una temperatura determinada para eliminar estos u otros gérmenes que puedan causar enfermedades sin afectar al valor nutritivo de la leche.
En un estudio anterior de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. se descubrió que la leche cruda tiene 150 veces más probabilidades que la pasteurizada de causar enfermedades, generalmente diarrea, calambres estomacales y vómitos. Estos síntomas pueden durar una semana o más, pero a veces conllevan una infección por la cepa de E. coli que causa insuficiencia renal y la muerte. La buena noticia es que la mayoría de la gente se recupera. Pero la mala noticia es que puede haber enfermedades más graves a largo plazo, como un trastorno del sistema nervioso llamado síndrome de Guillain-Barré, o artritis con inflamación de las articulaciones.
La leche cruda se ha hecho cada vez más popular entre las personas que abogan por los alimentos naturales y no procesados. Algunas personas argumentan que la leche cruda es más "sana" o "saludable con más nutrientes" en comparación con la leche pasteurizada, que es simplemente no es cierto. Algunas personas no reconocen el elevado riesgo para la salud asociado al consumo de leche cruda y minimizan la importancia de los brotes asociados a dicho consumo. Existe una falsa sensación de seguridad promulgada por personas que consumen leche cruda sin una evaluación equilibrada de los riesgos potenciales y de los posibles beneficios que conlleva.
Es importante que conozca y comprenda los riesgos antes de que usted o sus hijos consuman leche cruda. Lo último que se desea cuando se viaja es caer gravemente enfermo, y en muchos países, incluso en los más desarrollados, puede encontrarse leche o productos lácteos sin pasteurizar. En EE.UU., 30 estados permiten la venta de leche no pasteurizada directamente de la granja.
Consejo para llevar: comprueba siempre que la leche que bebes ha sido pasteurizada.